Sam Altman: ¿El Mesías de la IA o el Flautista de Silicon Valley?
Sam Altman, el cerebro detrás de ChatGPT, promete una IA que salvará al mundo, pero su Worldcoin y su búnker apocalíptico despiertan dudas. ¿Visionario o flautista que nos hipnotiza? ¡Explorá si este líder de la Era de la Humanidad Aumentada nos guía o nos pierde! Leé la nota completa.
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Federico Lix Klett
5/4/20256 min read


Sam Altman: ¿El Mesías de la IA o el Flautista de Silicon Valley?
Sam Altman, CEO y Cofundador de OpenAI junto con Elon Musk que hoy es el enemigo. Tipos Polémicos (con “P” mayúscula). El Tío Sam, figura que sigo y observo, enloquece a mis prejuicios: No saben si entronizar o crucificarlo. Dato de color que sirve para pintar al joven billonario: ¿Sabías que tiene un bunker de supervivencia guardado "por si las moscas"? Sí, posta.
Un búnker con oro, armas, máscaras antigás y antibióticos por si el mundo se va al joraca, ya sea por una pandemia... o por una Inteligencia Artificial fuera de control. ¡Pará un poco! ¿El mismo que construye la “IA más avanzada del planeta” se prepara para un apocalipsis causado por ella? Raro, ¿no?
Sam es un cóctel explosivo de visión futurista, ambición desmedida, pragmatismo extremo y, quizás, una contradicción andante. Es, sin duda, una de las figuras clave para entender hacia dónde va esta Era de la Humanidad Aumentada (EHA), pero también para preguntarnos si la dirección que nos marca es la que realmente queremos seguir. ¿Es un líder visionario o nos está encantando con una melodía que no sabemos a dónde nos lleva, como el famoso Flautista de Hamelín?
El pibe que sabe dónde poner su plata
Sam Altman no apareció de la nada. Antes de ser el "Sr. ChatGPT", fue presidente de Y Combinator (YC), la incubadora de startups más famosa del mundo, una especie de fábrica de unicornios tecnológicos. Con apenas veintipico de años (dejó Stanford para fundar su primera empresa), ya estaba moviendo los hilos, identificando y potenciando a las empresas que hoy definen nuestro paisaje digital. Un ojo clínico para el negocio y una habilidad innata para vender futuro.
Esa visión lo llevó, en 2015, a co-fundar OpenAI junto a otros pesos pesados. La misión original sonaba a utopía pura: “crear Inteligencia Artificial General (AGI) –esa IA nivel humano o superior– de forma segura y para el beneficio de toda la humanidad”. ¡Hermoso! Casi para ponerle un moño y regalarlo en Navidad.
OpenAI: ¿Filantropía o el motor comercial?
Acá la cosa se empieza a poner interesante (y un poquito turbia). La filantropía necesita guita, mucha guita, sobre todo si querés entrenar modelos de IA que consumen más energía que un país chico. Y OpenAI hizo un giro estratégico: pasó de ser una ONG a una empresa "capped-profit" (con ganancias limitadas, ponele). ¿El socio principal? Microsoft, que le puso encima unos 13 mil millones de dólares. Al cambio de hoy: ARS 152.08.831.950.000,00 (leelo si podés).
De repente, la misión de "beneficiar a la humanidad" empezó a convivir con la necesidad de generar un retorno monstruoso para sus inversores. ¿Sigue siendo el objetivo construir una IA segura y abierta? ¿O se transformó en la carrera por dominar el mercado, por ser el "Windows" de la inteligencia artificial del futuro? La tensión entre el idealismo fundacional y la presión comercial es palpable. Y las señales recientes no hacen más que agudizarla: la salida de figuras clave preocupadas por la seguridad, como Ilya Sutskever (cofundador y científico jefe) o Mia Murati (Ex directora de tecnología y CEO por unos días). Controversias sobre el uso de datos para entrenar (como la demanda del New York Times) o sobre la imitación de voces (el caso Scarlett Johansson) añaden más leña a este fuego ético.
El Rey Desnudo por una semana
Pero ni el rey Midas de la IA se salva de los líos internos. En noviembre de 2023, el mundo tech quedó con la boca abierta: la junta directiva de OpenAI ¡lo echó! Así, de un día para el otro. Las razones oficiales fueron medio crípticas ("falta de confianza", "no fue consistentemente cándido"), pero el trasfondo parecía ser justamente esa tensión: la velocidad vertiginosa de Altman por lanzar productos y escalar vs. las preocupaciones de seguridad sobre una AGI potencialmente peligrosa que sostenía parte de la junta y del equipo de investigación.
El culebrón duró pocos días. La presión de algunos empleados (¡amenazaron con renunciar en masa!), intervención de Microsoft, y Altman volvió triunfante a los pocos días, con una junta directiva purgada y más alineada con su visión pro-velocidad.
Worldcoin: ¿Progreso o pesadilla orwelliana?
Y como si le faltaran proyectos polémicos, Altman es también co-fundador de Worldcoin. La idea: crear una identidad digital global única escaneando el iris de las personas a cambio de criptomonedas. Suena a futuro distópico de serie B, ¿no? Escanearle el ojo a todo el planeta... ¿Para qué? La justificación es noble (identidad digital segura, posible vía para la Renta Básica Universal en un futuro sin trabajo), pero las alarmas de privacidad no suenan sino explotan.
¿Estamos entregando nuestros datos biométricos más íntimos a cambio de unas pocas monedas virtuales? ¿Quién controla esa base de datos global de iris? La realidad es que Worldcoin enfrenta suspensiones y prohibiciones en varios países, mostrando que la preocupación es real y global.
El Flautista de Hamelín
Acá es donde me resuena la vieja leyenda del Flautista de Hamelín. Ese músico que llegó a un pueblo infestado de ratas y prometió librarlos de la plaga con su flauta mágica. Lo hizo, pero cuando el pueblo se negó a pagarle, usó la misma melodía encantadora para llevarse a todos los niños, desapareciendo para siempre. La moraleja: cuidado con seguir ciegamente a quien te promete soluciones mágicas, porque el precio puede ser altísimo y el destino incierto.
Altman, con su discurso carismático sobre una AGI que resolverá todos los problemas de la humanidad (la "melodía"), nos está guiando a todos (empresas, gobiernos, usuarios) hacia el futuro de OpenAI. Y pide regulación. Suena responsable. Pero, ¿es una regulación para protegernos a todos, o una "partitura" diseñada para que solo los grandes jugadores como OpenAI puedan seguir tocando, ahogando a la competencia y asegurándose el control del futuro? La sospecha de "captura regulatoria" es fuerte, sobre todo cuando ves que las propuestas de regulación coinciden con barreras que solo ellos pueden superar.
¿Sam el Centauro Aumentado?
Entonces, ¿quién es Sam Altman? ¿El visionario que nos guía hacia un futuro aumentado y utópico? ¿El empresario implacable que busca el próximo monopolio tecnológico? ¿El aprendiz de brujo jugando con fuerzas que quizás no comprende del todo? Probablemente, un poco de todo eso.
Es la encarnación perfecta de las contradicciones y tensiones de nuestra Era de la Humanidad Aumentada. Un tipo que impulsa tecnologías que podrían liberarnos o esclavizarnos, que habla de beneficio global mientras cierra acuerdos multimillonarios, que nos vende futuro mientras se prepara para el apocalipsis en su búnker. Un centauro moderno, mitad idealista, mitad business shark, ahora con el poder de una flauta digital que suena en todo el planeta.
La EHA no es un guión escrito por Silicon Valley. La escribimos todos. Y para hacerlo bien, necesitamos mirar a sus protagonistas con ojos bien abiertos, con curiosidad pero sin ingenuidad, con esperanza pero sin miedo a preguntar: Che, Sam... ¿estás seguro de que la música no nos está llevando al precipicio?
Fuentes para seguir explorando:
1- Anécdota del Búnker (Contexto): ChatGPT-creator Sam Altman believes in doomsday, has a stash of guns, gold and gas masks (India Today - Inglés)
2- Altman en Y Combinator: Sam Altman Is the Tech World’s Most Unlikely Kingmaker (The New Yorker - Artículo extenso de 2016, Inglés)
3- Biografía Temprana: Sam Altman's biography on Wikipedia
4- Estructura OpenAI Capped-Profit: OpenAI LP Structure (Sitio oficial OpenAI - Inglés)
5- Inversión Microsoft: Microsoft confirms its $13 billion investment in OpenAI (TechCrunch - Actualizado con cifra más citada, Inglés)
6- Gira Global y Pedido de Regulación: Sam Altman Calls for AI Regulation in Senate Hearing (The New York Times - Inglés)
7- Drama del Despido y Regreso: OpenAI brings back Sam Altman as CEO days after ousting (Reuters - Inglés)
8- Tensión Velocidad vs. Seguridad (Contexto y Salidas): Why OpenAI’s top safety researchers resigned (Vox - Mayo 2024, Inglés)
9- Worldcoin: Worldcoin Official Website (Sitio Oficial - Inglés)
10- Controversia Worldcoin (Suspensiones): Worldcoin’s iris-scanning Orbs get suspended in Kenya, Portugal and Spain (TechCrunch - Marzo 2024, Inglés)
11- Leyenda del Flautista de Hamelín (Contexto): Pied Piper of Hamelin (Wikipedia - Español)


Por Federico Lix Klett
Fundador de FALK AI, FALK Impellers y FALK Advertising Matters.
Es pensador, hacedor, comunicador, formador e impulsor de innovación y transformación en las organizaciones.
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